13/7/06

AJENA

Ella se escapa de la brisa, se magnifica en el pesaroso pasar del tiempo.
Es inútil intentar atraparla en mis redes de obsesión, solo conseguiría asirme al sutil aroma que dejan sus movimientos a modo de huella.
A veces la veo pasar, impoluta y decidida, caminando a mi lado. Aún cuando sé lo imposible de esto. Sueño entonces con sus manos posadas en mi pecho, arrancando mi piel hasta volverla polvo. Y despierto agitado. Su recuerdo decidió besarme esta noche.
A veces la imagino corriendo a mi encuentro. Aún cuando entiendo que mi error es sentirme lejos. Sospecho entonces que me acostaré solo, y solo me levantaré a la mañana siguiente.