No se bién cuando comenzó, pero me acuerdo del como.
Tachero 1 :- La calle está jodida, gente joven como vos, de 30 años, no consigue laburo.
Yo:- Si, además tengo que alimentar a mis dos nenes.
Si bien no llego a tocar ninguna fibra sensible aumentando mi edad por 8 años, me di cuenta que no tenía porque ser absolutamente sincero con quien me hacía la pregunta. Es más, todo lo que saliera de mi boca podía ser un absoluta mentira y no él no tendría manera de comprobarlo.
Desde ahí comencé a elaborar mentiras mas rebuscadas. El juego era ver a donde me llevaba el diálogo.
Para esto tuve que hacer pequeñas ajustes a mi manera de pensar.
Es mucho más probable que el chofer se interese en nuestra mentira si estamos de acuerdo con su manera de ver la vida.
Y asi fui subiendo a diferentes autos, en los que cada día era alguien diferente. A veces salía en la tele, a veces venía de pelearme con mi novia, de casamientos, funerales, cumpleaños, reuniones de laburo.
Hasta que sucedió lo inevitable.
Taxista 1:- Hola jefe. ¿Como va esa familia?
Yo:- ¿Bien?
El que vive en Salta no piensa que esta "en un pañuelo", hasta que otro moco lo reconoce.