25/9/11

TRATO HECHO

Hermosa y violenta tu voz me encierra.
Exige mi presencia en este juego, sin ningún disfraz.

Es utópico mi encuentro con ella,
La calidez y el contacto son impalpables,
cierro los ojos y escucho.

Resuena dulce en tu paladar
y me invita a experimentar su suavidad.
Tan ajena a esta realidad,

Dibuja, tímidamente, un anhelo.
Se esconde en aquella voluta de humo
y sube muy rápido como para significar algo.

Destila,
sin inmutarse,
un suave aroma que logra confundir a mis sentidos.
Los obliga a perderse y caer en espiral, sin llegar nunca al centro.
Un final infinito, un espacio angosto para correr
y largo para caminar.

Tu voz me llama.
Desnuda y abstracta me libera.
Me ofrece realidad a cambio de que acepte lo irreal.

22/9/11

PERSONAJES (la historia no continua)

Algunos de los que se quedaron ahí para siempre. Una historia que comencé a escribir y la dejé ahí, en pañales...
Ya hable de Fontanarrosa, y no quiero decir tributo porque no me alcanza ni para el de ida, asi que lo llamemos plagio intelectual, pero era la idea que originó la historia. Escribir "como Fontanarrosa"...


- Sin darme cuenta estaba en la puerta de su casa – Alberto se acomodó en la silla y llevó, una vez más, aquel cigarrillo a su boca. Después miró a los ojos a Rodrigo, que expectantes le devolvían la mirada. Demoró, entonces, en expeler el humo. Gesto que para él le daba un tinte dramático a la anécdota que se disponía a compartir.

Yo nunca había ido solo. Nunca había tenido ni la cara ni los huevos para caer a su casa sin nadie que me hiciera la segunda. – Prosiguió halando lentamente, pero con evidente apuro, para llegar al nudo de la historia. – Pero ya había tocado el timbre, viejo. Mira, hasta el día de hoy me acuerdo del número de departamento: “Noveno piso, departamento B”.

No se si en realidad tardaron mucho en contestar o si el cagazo que portaba alargó por demás mi espera, pero por un segundo me tranquilice ante la posibilidad de que no hubiera nadie.

Alberto hizo una breve pausa para tomar cerveza. Rodrigo, aprovechando esta interrupción prendió uno de sus cigarrillos, rellenó su vaso y cambió de posición repetidamente hasta encontrar una que lo complaciera.

- Pero de repente – Alberto solía retomar las historias en el momento menos esperado, y disfrutaba la reacción de su interlocutor. – la escuché, viejo. Y te juro, por mi viejo, que en paz descanse, que se me derritió todo. Pensé en hacerme el boludo y tomármelas, pero ella volvió a hablar. “¿Hay alguien ahí?” – Cuando Alberto recaía en las interminables idas y vueltas que había tenido con la Cuqui, cada vez que contaba lo que ella decía aflautaba su voz. Esto ayudaba mucho a la hora de seguir el diálogo, pero se tornaba un poco molesto después de cierto tiempo. – “Si, soy yo, Alberto” le respondí y antes de que le pueda decir nada más a que no sabés lo que dijo la muy turra. – Rodrigo negó con la cabeza ante la pausa que había hecho su amigo – Dijó: “Alberto, que bueno que hayas venido, te quería ver. Subí”

- ¿Y eso que tiene de malo? – Rodrigo preguntó con sincero desconcierto.

- No, no es que dijo el problema. Es como lo dijo. – Alberto apoyó firmemente su brazo sobre la mesa y se acercó a Rodrigo, casi como si fuera a contarle un secreto.

¿Viste cuando crees que una mina está enganchada con vos, que cada cosa que te dice en realidad es un palo. Que cada gesto, mirada o palabra que profiera hacia tu persona vos pensás que es una insinuación para algo más?

- Y, me pasó un par de veces.

- Bueno, yo nunca consideré la posibilidad de que con la Cuqui haya onda y de repente me decía cosas con ese tono dulce que nunca había usado conmigo.

- Y hermano, si nos ponemos minuciosos hasta Claudia Schiffer esta muerta con uno. ¿No? – Rodrigo había apelado a aquel sarcasmo que lo hiciera tan odiado en el pasado.

- Minuciosa tu hermana, si te pones pelotudo no te cuento más nada.

- Dale viejo, te estoy jodiendo. ¿Qué más pasó esa tarde?

- Bueno, sigo entonces. – Era imposible que Alberto no siguiera, ya estaba embalado y mas allá de cualquier rabieta quería contarle lo que había pasado a Rodrigo. - ¿Dónde me quedé? Ah… es verdad. Ella me dice que suba y toca el botón para que pueda entrar. En mi vida había tenido que empujar una puerta tan pesada. Y como si fuera poco estuve como cinco minutos parado dentro del ascensor, no me animaba a subir, viste. Sabía que si me las tomaba en ese momento iba a quedar como el nabo más grande de la historia, pero estaba cagado de miedo. Y mientras pensaba que hacer, el ascensor comienza a subir.

Le debo haber rezado a cuarenta dioses diferentes para que pare antes de llegar al noveno, pero ¿que puede haber pasado?

- Y, tantas cosas.

- Aflojale un poquito a las forreadas, ¿dale?

- Perdón. Por favor seguí.

Volvieron a tomar cerveza y después de mirar detenidamente a una morocha que acababa de entrar al bar volvieron a retomar la conversación.

- Ella había llamado el ascensor. Me dijo que se había preocupado porque todavía no había subido. Ahora falta que me digas que eso también es ponerse minucioso.

Rodrigo se limitó a contestar con el gesto conocido mundialmente como “mas o menos”

- ¿Si? Escucha lo que falta y después hablamos.

Bueno, entonces me cruzo con ella ahi. Me saluda, me abraza, cosa que nunca había hecho antes y me invita a pasar.

¿Y viste? Yo entré, que se yo. No esperaba tanta “amabilidad” – dijo esto con particular descreimiento - de su parte.

Me preguntó si quería tomar algo y le dije que

18/9/11

ASI DE DOMINGO

Está gris...

Cayó una bendita lluvia que aplaco las tierras y los calores tropicales, ayer.
Hoy se levanto de un humor parecido.
Los arboles están mas verdes, y no por ningún hippismo de lluvia = vida, si no porque se les lavaron las hojas.

Si, sigue siendo domingo...

Ayer concurrimos a la casa de los tres cerritos y brindamos por el cerro de la virgen que andaba de casorio.
Hubo ajuste de temas (musicales, porque si no suena a mafia) y cuando parecía que la lluvia se comía el sábado a la noche Lévi-Strauss sacó un asado de abajo de la manga.
La lluvía había cobrado sus victimas, la madera estaba mojada y no se podía parrillear, pero el horno salvador cumplió su cometido. Una olla a presión de ensalada y estamos listos.

La noche se desenvolvió y al final creo que quedó ahi tirada... yo intenté irme temprano pero cualquier persona que resida en Salta sabe que:

sábado+lluvia+4 A.M+No medio de transporte propio = "Tenemos 50 minutitos de demora"

Y mi cabeza comenzó con la de siempre, y yo le hice caso... Que imbecil...

Pero bueno, hoy amanecí con un regusto a domingo...


Igual zafa...

14/9/11

EN DESARROLLO

Estaba tan llena de vida, que daba lástima pensar que consideraba marcharse. Su inexplicable timidez, se hacia perceptible ante sus ojos.

Crecía ahora un cierto temor en sus venas, comenzar a soñar cosas reales parecía imposible.

Miedo, coraje, amalgamas de imperfecta paciencia corriendo a través de su cuerpo, agolpándose en sus ojos, exigiendo salir. Por hoy, para siempre.

Comprometida a callar, y haciendo de su silencio un refugio para imaginar, volvió a correr en contra del viento.

Eran sus anhelos los que la arrastraban por aquél páramo desierto, donde sus pies descalzos intercambiaban sensaciones con el suelo.

Tristeza y tiempo, deseos confundidos con suspiros de tierra marrón, sucia, pura.

Creyendo poder respirar un aire impoluto volaba ahora hacía arriba, indiferente a la maldad que la rodeaba y que solo quería verla caer.

Alcanzar aquel lugar donde la fuerza nace, donde la vida se vuelve vida y destruye todo lo que toca.

Su corazón guiaría el camino ahora, su alma se entregaría al azar del tiempo, su cuerpo mutaría a una forma desconocida hasta entonces y volvería a subir, ahora sin barreras, y llegaría a destino.

Se supo entonces en un juego sin reglas, un laberinto fácil de caminar. Una solución tan sencilla solo podía acarrear un mayor inconveniente, la dificultad de cómo comenzar.

Un viaje lleno de bifurcaciones, pero una sola línea de llegada.

Nacía en sus labios ahora una sonrisa, sin razones aparentes.

Era fácil comenzar a correr ahora…

PERSONAJES

Leer a Fontanarrosa me hizo querer escribir guiones. La sencillez de sus personajes, las situaciones que comenzaban con una base lógica y posible y la mutación de estas hacía lo surreal y fantástico.
Hace poco, releyendo un par de cosas que escribi hace mucho, me encontre con algunas historias que solo tenían un par de párrafos.
Esas que me prometí que iba a terminar o que nacieron de una idea que me parecía original e inédita solo para descubrir que en realidad cualquier juez lo consideraría robo a mano armada.
Entonces recorde un cuento genial de Fontanarrosa, que sintetizaba un poco lo que me causaban estas historias.

Disculpenme muchachos, algún día los sacaré del cementerio.

8/9/11

PARA BAJAR

Tocar lo que no se puede en medio de la tormenta. Olvidarse de una receta que sabe a anhelo y profundidad.

Rozar la gélida aspereza de la distancia y esperar con la boca cerrada y los ojos abiertos. Descubrirse silbando a destiempo con los pájaros y negar las grietas.

Imaginar que la forma y la esencia llegan juntas y cuando quieren.
Gritar, de cara al olvido, sin decir absolutamente nada.

Perpetuar en silencio la espera, hasta que llegue el sueño.

PARCHE

Cada golpe,
cada segundo,
un metronomo afinado...

Cae presa de la precisión,
ahora el cuerpo comienza a vibrar...

TIC - TAC

La sangre se dirige a los pies,
y se entrega al ritmo...

Sus manos se liberan y derrochan energía,
ahora el mundo vibra...

EXPERIMENTO AUTOMATISTA IV


Una búsqueda a través de lo que siento exacto y lo que conozco.

Lágrimas marchitas viviendo su ocaso, nada es lo que busco al menos.

Sus días se cuentan al revés y calla. No quiere entender.

Solo se que todo vuelve a ser nimio si busco lejos.

Estamos todos, algunos lo sentimos más que otros, nada más.

Es ocre su escencia, que baña mis mano.
Sus pies se vuelven sutiles.

Cada vez que creo poder, entiendo cuanto hay que sentir para volvernos tiempo sin agujas.

3/9/11

CICLICA

Recuerdo haber dicho que jugáramos a madurar, que pretendiéramos ser mas astutos que nuestros nimios problemas e intentáramos recrear una obra en la que el dolor y la decepción no tuviesen ningún diálogo.

Recuerdo haber dicho que hasta aquí llegaba yo, que no podía vivir pendiente de su decisión. Que, en lo poco que había aprendido en este camino de regreso , una de las cosas que más valoraba era aquella frase que tantas veces me tuve que repetir.

Y sus ojos se humedecieron.

Intenté no prestarle atención ni aminorar la marcha, sus labios me llamaron dos veces y fue solo cuando calló que sentí su presencia.

Siempre es difícil alejarse de las adicciones, y cuando uno se acostumbra a embriagarse todos los días es muy complicado devolverlo a la realidad.

Lleva mucho tiempo volver a adaptar al individuo X a las dosis de realidad que recibía sin saberlo. Porque las ilusiones, aún las provisorias, se esconden en la sangre, volviendo imposible su eliminación.

Recuerdo haber dicho que no necesitaba más de su mierda. Cuando lo único que quería era escucharla durante horas, hundirme en todas las banalidades que, tras un tamiz de amoríos, había separado para mí.

Sus diálogos estaban armados a la perfección, me mantenían atado, interesado y si patinaba en algún momento sobre hielo fino contaba con mil y un remates para volver a reclamar su lugar en mi cabeza, para exigir volver a donde tenía que estar.

Recuerdo haber intentado entender todo de una manera lógica. Demás está decir que esa idea no duro mucho.

Los laureles ya habían sido reclamados por uno que había llegado a la meta antes, y sin considerar las distancias, aún sentía que me habían hecho trampa.

Recuerdo haberme encontrado una vez más caminando sin ningún rumbo, sin nada que hacer... Una órbita que no tenía planeado nada más que hacerme dar vueltas, una y otra vez.


****

Cíclica mi vida se repite.

Veo pasar a tanta gente una y otra vez.

A veces cambian sus nombres, sus caras, sus voces...

pero lo sé...

siguen siendo ellos...

una y otra vez ...

Representando sus papeles, ya sin sorpresas.