Me deslizo a través del aire.
Intento entender si la falta de matices es natural.
Fracciones de grises, de diferentes tonos.
Enmarcados por verde.
Todas las ciudades se parecen en el fondo.
Intento, entonces, conocer a aquellos que pueblan a estos gigantes.
Entiendo, ahora, que mi casa es la gente.
Mi casa no es un lugar en el mapa, sino un lugar en el cosmos.
Busco, desde aquel día, retomar las órbitas.
Lo verde oculta magia y nostalgia.
A pesar que lo que los grises piensen.
