14/9/11

EN DESARROLLO

Estaba tan llena de vida, que daba lástima pensar que consideraba marcharse. Su inexplicable timidez, se hacia perceptible ante sus ojos.

Crecía ahora un cierto temor en sus venas, comenzar a soñar cosas reales parecía imposible.

Miedo, coraje, amalgamas de imperfecta paciencia corriendo a través de su cuerpo, agolpándose en sus ojos, exigiendo salir. Por hoy, para siempre.

Comprometida a callar, y haciendo de su silencio un refugio para imaginar, volvió a correr en contra del viento.

Eran sus anhelos los que la arrastraban por aquél páramo desierto, donde sus pies descalzos intercambiaban sensaciones con el suelo.

Tristeza y tiempo, deseos confundidos con suspiros de tierra marrón, sucia, pura.

Creyendo poder respirar un aire impoluto volaba ahora hacía arriba, indiferente a la maldad que la rodeaba y que solo quería verla caer.

Alcanzar aquel lugar donde la fuerza nace, donde la vida se vuelve vida y destruye todo lo que toca.

Su corazón guiaría el camino ahora, su alma se entregaría al azar del tiempo, su cuerpo mutaría a una forma desconocida hasta entonces y volvería a subir, ahora sin barreras, y llegaría a destino.

Se supo entonces en un juego sin reglas, un laberinto fácil de caminar. Una solución tan sencilla solo podía acarrear un mayor inconveniente, la dificultad de cómo comenzar.

Un viaje lleno de bifurcaciones, pero una sola línea de llegada.

Nacía en sus labios ahora una sonrisa, sin razones aparentes.

Era fácil comenzar a correr ahora…

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