EL PROBLEMA SON LOS BALANCES

Es al pedo ponerse a comparar lo que fui, lo que vengo siendo y lo que quiero ser. Si al final parece ser solo un ciclo. Asumo que con ciertos cálculos precisos y un enfoque apropiado estaría en condiciones de comenzar a predecir mi propio futuro, basándome en lo irremediable del pasado.

Ponerse exquisito con los resultados, cuando las condiciones se esfuerzan en no cooperar. Deseo llegar al momento exacto, pero este desaparece entre mis objetivos y mis ganas. Y así los objetos se desplazan y cumplen su vuelta al sol cuando les toca.

El cambio tiene que ser radical…

Suena a deja vu…