Me decían que preste atención, que trate a los demás con respeto, que sea caballeroso e intente sonreir ante todo.
Pensaban que de alguna manera las cosas se iban a ir acomodando solas, que por cada error iban a venir dos aciertos, que la gente iba a tener la misma configuración, por lo tanto el mismo trato.
Creían firmemente en la honestidad ante todo, en que la justicia tarde o temprano se vuelve justa, en que mi progreso iba a ser constante y duradero.
Pensar que me deje llevar por sus expectativas y quedé atrapado, sin poder escapar de esto, ni cambiarlo, en su defecto.
Creí por un segundo que estaba a salvo del coletazo, confundiendome el abajo con el arriba, hundiendome cada vez más.
1 comentario:
del mismisimo abismo!!! muy bueno, concreto, al pie y bien melancolico
Publicar un comentario